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Rubén Darío
- Sobre las rodillas de aquel hombre había
- —¡Saludo, pues, al Hombre de oro!
- Comía el Hombre de oro, silencioso.
- —¡El hombre !
- a Polión—, que no conozco el nombre .
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Rubén Darío
- En realidad, mi nombre debía ser Félix Rubén
- Le recuerdo: hombre alto, buen jinete, algo
- Llegaban hombres de política y se hablaba
- Los hombres se alegraban, cantaban al son
- Hombre , triste y serio; piensa.
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Rubén Darío
- el olvido de la continua tortura de ser hombre
- a un lado la colosal mole que tiene un nombre
- Su aspecto era de un hombre fornido y bien
- O bien: «Señor mío Jesucristo, Dios y hombre
- Uno de tus nombres , Señor, es 'Fatalidad'